miércoles, 27 de julio de 2011

GUATEQUE EN CASA DE ROBERTO

Estimados Hermanos Latinos:

Les ruego poner el zoom para leer el artículo de la revista Béisbol, con fecha 19 de mayo de 1945.
Atentamente
Dr. Jaime Cervantes Pérez
Cel. 045 22 23 88 05 16
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Por el Dr. Jaime Cervantes Pérez

En 1945 jugar béisbol, ser negro y de Cuba eran personas maravillosas; no obstante también los blancos eran muy admirados.

FOTO 1
Grupo que alegró el guateque en casa de Roberto
festejando el santo de la señora de Tomy de la Cruz –Tomás se revienta una rumba
su esposa le clava la vista, Jiquí Moreno suena el Bongó
y “Bola de Nieve” come en la extrema izquierda
FOTO 2
Invitados y esposas de los jugadores
De pié y al centro de camisa Blanca Roberto Ortiz


(Tres fotografías en esta tercera FOTO)
De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha:
A y B.- Sigue la rumba y Tomás de la Cruz se entusiasma.
C.- Tomás de la Cruz y “Bola de Nieve”

ROBERTO ORTIZ
En el pueblo Minas casi ni se le conoce, pero es el deportista que más alto ha brillado en el deporte cubano y americano que halla nacido ahí. Está en el salón de la Fama de México y fue estrella del béisbol en Cuba, Estados Unidos, Venezuela y México.

Nació el 30 de junio de 1917 en el entonces Central Senado, en la provincia de Camagüey. Su origen y sus 6 Pies 4 pulgadas y 215 libras de peso le valieron el sobrenombre de “El Gigante del Senado” para algunos. Otros le llamaron sencillamente, “El Guajiro”.

Ortiz comenzó con el Almendares, en la temporada 1939-1940, bajo la batuta de Miguel Ángel González. Y más curioso aún, se retiró también con Los Rojos, en la temporada 1955-1956

Comenzó en la pelota profesional de los Estados Unidos con el Charlotte en la Three State League.

Jugó en las Menores con el Chattanooga y el Montreal.

Debutó en las Grandes Ligas con los Senadores de Washington en1941 y con ellos se mantuvo hasta 1944, regresando en 1949.

Dividió la actuación entre los Senadores y los Atléticos de Filadelfia en 1950. Los totales en 6 años fueron: 255 de average en 213 juegos, 659 veces bateadas, 168 hits, 18 dobles, 10 triples, 8 jonrones, 67 carreras anotadas, 78 impulsadas y 4 bases robadas.

En México jugó de 1945 hasta 1948, donde vistió el uniforme de los capitalinos México. Regresó en 1952 con el Nuevo Laredo y en 1955-56 con los Leones de Yucatán.

En México impuso un récord al conectar de hit en 35 partidos consecutivos, obteniendo de paso la corona de los jonroneros cuatro años seguidos (1945-48), así como de “slugging” otras cuatro temporadas seguidas (1945-48).

Fue dos veces líder impulsador (1946, 1948), dos al frente en dobles (1946, 1948).

Su promedio al bate en 7 años fue de .304, el producto de 576 hits en 1895 veces al bate, con 394 carreras anotadas, 418 producidas, 123 tubeyes, 32 tribeyes y 106 jonrones.

Era un hombre sano, noble, de origen humilde, a veces fue traicionado por su temperamento.

En Cuba en una ocasión, el 7 de enero de 1945, cuando lanzaba su hermano Oliverio Ortiz quien discutió fuertemente con el ampaya, vino desde lo profundo de los jardines y dio un derechazo al mentón del árbitro Bernardino Rodríguez, que le propinó un fuera de combate fulminante que le sacara la sinusitis según refiere un colega periodista.

Aquel escándalo de marca mayor lo separó de la Liga Cubana por dos temporadas y se refugió en México, donde también fue ídolo. Se disculpó ante los medios de comunicación y con el propio Bernardino.

TOMÁS DE LA CRUZ
Fue uno de los lanzadores más carismáticos, de más calidad y más conocidos del béisbol invernal.

Uno de los pocos que en Cuba, durante la etapa pagada del juego, lograron tirar un cero hit, cero carrera (frente a los Leones de la Habana, el 4 de enero de 1945).

Aunque su marca personal de ganados y perdidos no balancea completamente su calidad como serpentinero, es bueno indicar que fue el tercer pitcher en total de juegos lanzados antes de 1962 y el séptimo en la lista de juegos ganados de esta misma etapa.

De la Cruz encabezó dos veces el circuito en partidos lanzados (1935-36 y 1939-40), en juegos completos (1934-35 y 1943-44) y fue el líder en vicitorias y entradas lanzadas en 1934-35.

Jugó una temporada (1944) para los Rojos de Cincinnati donde consiguió 9 triunfos, sufrió 9 derrotas y trabajó en 34 desafíos con 3.25 de efectividad

JULIO JIQUÍ MORENO

A pesar de recibir ofertas tentadoras de los Gigantes de Nueva York por conducto de Adolfo Luque, El "Jiquí" prefirió debutar como profesional en México, vistiendo la franela del Veracruz, con record de 14-10 en 1945, convencido por los salarios que pagaban Jorge Pasquel y sus hermanos.

Once años después regresó a México y permaneció allí hasta 1966. Durante sus 12 años en la tierra azteca, dividió su labor con el Veracruz, Yucatán, Nuevo Laredo y Puebla, donde permaneció las ultimas siete temporadas. En su paso por la Liga Mexicana finalizó con marca de 124-99, 3.85 carreras limpias y 883 ponchados.

En 1944-1945 debutó en la liga Cubana con el Marianao hasta 1948 donde pasó a jugar por poco tiempo con el Cienfuegos en 1948-1949. En 1950-1951 se unió a las huestes del Club Habana hasta 1955-1956, pasando posteriormente al Cienfuegos en 1956-1957 con record de 1-3 y 2.95 carreras limpias, después de tres años de ausencia, lanzó con el Habana en el último campeonato celebrado en Cuba 1960-1961 y resultó el líder en carreras limpias permitidas con 2.03, a pesar de perder 5 desafíos y ganar 3.

Participó de 1946 a 1950 con los Havana Cubans de la Liga Internacional de la Florida, donde acumuló marcas de 19-4 (1947), 3-2 (1948), 12-6 (1949) y 16-4 (1950), antes de ascender a los Senadores de Washington en 1950.

Después de finalizar su carrera en las Grandes Ligas, sirvió como lanzador de prácticas de los Tigres de Detroit cuando estos ganaron el gallardete y la Serie Mundial de 1968.

FELIPE MONTEMAYOR

El Dr. Ricardo Vázquez de Lara quien es un profundo conocedor del béisbol me decía:
A fines de 1952 hacíamos un viaje fuera de México los del 6º año de la Escuela de Medicina y esa vez nos tocó ir a Cuba, por entonces se hablaba mucho de Felipe Montemayor, que en ese invierno jugaba con el Cienfuegos y nos fuimos al parque; ese día pegó un homerun doble y sencillo.

Posteriormente en abril de 1953, debutó con El Pirates y yo creí que iba a ser un gran estrella, ¡PERO SE LO ACABARON LAS VIEJAS!

Dr. Cervantes.- Yo he platicado con Felipe Montemayor en el Salón de la Fama de Monterrey y lo veo muy tranquilo, equilibrado, muy agradable no lo he visto decir una mala palabra, ni lo he visto eufórico.

Yo me he pensado, con lo que me platicó el Dr. Vázquez de Lara, que Felipe pertenece a los que se clasifican como de temperamento flemático y que esto ya viene de nacimiento redondeado por la educación de sus padres y más que nada por la educación religiosa y el entorno social en el que se desarrolló.

Branch Rickey lo criticó y dijo: que no tenía la sangre caliente como los jugadores latinos.

Les diré que para tener la mente aguerrida, mucho depende de los genes que uno traiga, el área en la que uno se eduque y debe haber muchos embates, muchos rechazos, muchas peleas de todo tipo, para que la mente se sobreponga a todo eso y se desarrolles instintos dominantes, diestros y ser líderes.

Así he conocido muchos jugadores, con unas habilidades físicas para jugar béisbol fuera de lo común, pero ya a la hora de una pelea, de una barrida, de un encontronazo, de un tirar la pelota a la cabeza del contrario; ellos no son capaces y se clasifican como buenas personas, muy decentes, respetuosos y debe uno entenderlos, así son.

El Dr. Vázquez de Lara me seguía diciendo: En la Habana llegamos a La Bacardí, como a las 10:00 de la mañana y ahí estaban Silvio García y Cocaína García, que nos los presentaron y ya al calor de las copas, Cocaína García me decía:

- Oye Chico, platícales quién era yo en Puebla y yo le contestaba, bateabas de zurdo y cuando entrabas de emergente, dabas siempre de hit encima de la tercera.

IGNACIO VILLA “BOLA DE NIEVE”

Dr. Cervantes.- Por ahí en la foto encontramos datos de un cubano muy famoso llamado Ignacio Villa, apodado “Bola de Nieve”, gran cantante que compartía con los grandes estrellas cubanas del Béisbol de esa época en México.

Yo voy muy frecuentemente a bailar a la Ciudad de México a diferentes salones, sobre todo donde tocan música cubana; los sábados de preferencia y todavía hablan de este cantante “Bola de Nieve”

La siguiente narración fue escrita por Rafael Lam en La Habana, publicado el 9 de junio de 2011.
Ignacio Villa “Bola de Nieve”

Este gran músico hizo su primer viaje a México, fue a Yucatán, e1 19 de enero de 1933, y se mantuvo en ese país hasta mediados de 1944.

En México, su coterránea Rita Montaner lo bautizó como “Bola de Nieve”, y dijo:
- Fue un gran favor que me hizo en mi vida. Desde entonces me tocó tener suerte, En esos días nací al teatro en México.

Era muy reconocido, especialmente por la intelectualidad y el mundo musical mexicano tan sensible al bolero de altura.

El Cardini Internacional, era un restaurante conducido por el gerente Alex Cardini (hijo), estaba ubicado en la calle Morelos número 98 y era uno de los más rutilantes restaurantes de la capital mexicana. Según datos del investigador y periodista Ramón Fajardo Estrada.

En 1965 contrataron a Bola para dos actuaciones diarias, de lunes a sábado.

Lo recibieron Gabriel Ruiz, Tata Nacho, el director de orquesta José Sabre Marroquín y otros intelectuales.

Expresó"a su llegada:

- Vengo a devolverles el nombre que ustedes me han dado.

Le llovían jarras de flores por todos lados, proveniente de los mejores restaurantes capitalinos.

Ramón Flores, dueño de Los Violines de Villafontana, le envió todos los crisantemos de la ciudad:

- Nunca imaginé que me hicieran tal recepción.

Allí estaban también don Pepe de León, del Terraza Casino, y Nick Noyes, que poseía el restaurante hawaiano más bello que se conocía, el Mauna Loa.

En el periódico cubano Revolución, una reseña detalla que ni una sola noche pudo quitar del repertorio la canción de Adolfo Guzmán "No puedo ser feliz". Los anuncios de Cardini por televisión iban acompañados de esta pieza:

- El público con tanta insistencia me la pedía como también otra de mi estreno en este viaje, llamada "Adiós felicidad".

Cuando interpretaba "No puedo ser feliz", el público se ponía de pie en el Cardini Internacional, le tributaba una estremecedora ovación y acto seguido llenaban el aire los Viva Cuba.

Una espectadora emocionada le quitó el reloj de oro a su esposo y, en gesto de profunda admiración, lo colocó en la muñeca del artista.

Muchas anécdotas se pueden contar alusivas al enorme cariño tributado en esa visita del cubano a México.

"No vengo a cantar por dinero -afirmaba Bola- vengo por amor a este pueblo que tanto quiere a Cuba, y cuando uno siente amor por algo siempre lo consigue. Únicamente por amor se tienen las cosas y por amor es que creo conseguir que este público me quiera y me aplauda tanto y me venga a oír".

Diez semanas seguidas se mantuvo en el Cardini, que terminaron el 24 de enero de 1965.

Recibió un homenaje de mariachis, que le regalaron flores en las trajineras y chinampas de los canales de Xochimilco.

Cada mañana, con la disciplina de un principiante, estudiaba un par de horas en el piano de la embajada cubana, donde daba un recital para los funcionarios y también para intelectuales mexicanos invitados.

Además, actuó en el Palacio de Bellas Artes, en los espacios televisivos Revolución Musical, Nescafé y Variedades Gerber Silvia, conducido por la actriz Silvia Pinal, quien le dio la despedida en nombre de los artistas nacionales y de sus amigos, principalmente José Sabre Marroquín.

A su regreso a la Isla, Bola declara:

- Este viaje ha sido un sueño. La expresión más maravillosa de México. Todo México se volcó en mi trabajo así como el público con mayor énfasis que nunca, como si fuera la primera vez que me escucharan. Vengo henchido de mexicanismo.

En agosto de 1968 regresó contratado nuevamente al Cardini Internacional, en cuya cartelera lo identifican como "la voz del alma". La prensa también citó su presencia en el Auditórium Municipal en un acto que el 22 de septiembre se llevó a cabo en la Alameda Central, así como en Guadalajara y Mérida.

En la última conversación con él durante el concierto del 26 de julio de 1971, en el camerino del teatro Amadeo Roldán, mientras esperaba las 12 de la noche, hora en que se iniciaba la velada, me comentó:

- En el Cardini me atendían a cuerpo de rey, me ponían un spot ligh rojo directo al piano. Me colocaban flores y asistía la crema y nata de la ciudad. Eso fue para mí, inolvidable y difícil de superar.

Bola estaba muy contento porque en octubre realizaría una gira de 16 conciertos en Perú, donde le tributarían un homenaje y se encontraría con su amiga Chabuca Granda y dijo:

- Pero antes pasaré por mi querido México -me dijo- estaré algo más de 24 horas en mi querida capital, y allí me encontraré nuevamente con mi amigo del alma, el ingeniero Luis Medina y caminaremos, como siempre por la Zona Rosa.

México es para mí lo más grande, aseguraba. Yo no sé vivir sin México, sin el tequila, sin el chile, sin las tortillas, sin José Sabre Marroquín, sin la Guera, sin Medina, sin lo que amo allá.

Yo no sé vivir sin eso. Hasta la Revista “SIEMPRE” me hace falta... Yo amo a Cuba. Yo soy lo que soy porque soy cubano. Pero cuando en Cuba nadie me conocía, en México me aplaudían y me pagaban por cantar y tocar el piano. Y yo llenaba los lugares. El público mexicano me hizo. Allí me dieron el empujón hacia la cima".

En la madrugada del 2 de octubre de 1971, falleció mientras dormía, en el país que tanto amó:

PUEBLA, PUE. MÉXICO, A 27 DE JUNIO DE 2011

lunes, 18 de julio de 2011

ENTREVISTA AL SR. DON MANOLO FORTES, PARTE III

Por el Dr. Jaime Cervantes Pérez
Por el año de 1943, en el Parque Puebla, Dihigo mandó a Terris Mc Duffie a la caja de coach de tercera y éste se hizo de palabras con el público en las tribunas, era de lado de sol y a través de la alambrada un fanático le aventó una navaja que le pasó a un lado del hombro, él pensó que era una piedra cuando volteó la cara hacia abajo, vio clavada la navaja en el piso, entonces agarró un bat y trató de brincarse la malla para pegarle al que le aventó la navaja, pero llegó la policía y se lo llevaron a la cárcel.

En otra ocasión el Torreón estaba jugando contra el Monterrey y Mc Duffie les tiraba a todos los bateadores a la cabeza y cuando se terminó el juego fue Dihigo y le dijo al gerente:
- Da de baja a ese negro (Mc Duffie), no lo quiero en el equipo.
Satchel jugó con los Globe Troters en USA y a los 60 años tiraba en cada juego 3 entradas, Satchel siempre se reía de los bateadores.
Aquí en El Paso, estaba jugando contra los barbones de la casa de David, iba ganando 3-2, los Barbones eran hometeam y en la última entrada estaba con dos outs, estaba el cuarto bat bateando, puso  todos los jugadores cargados sobre el lado derecho, al righth fielder lo puso mero sobre la línea del righth fielder y ahí le puso tremendo batazo a las manos de este fielder, yo lo vi hacer varias veces esto.
En New York yo lo vi sentar a toda la gente y ponchar al bateador.
La batería de Satchel y Joshua Gibson cobraban en esa época mil dólares por juego, 500 para uno y 500 para el otro.
En las Ligas Mayores, todos son pastilleros; si ahora hicieran antidoping, se acababa la temporada pues expulsarían a todos.
- ¿Hay alguna cosa que recuerdes que te salió mal?
- Si, he metido la pata, una vez en Cuba, jugaba yo con Cienfuegos, Rodríguez era mi manager, estaba yo pitcheando contra Almendarez, ganaba 4 a 1, Dandrige estaba jugando para nosotros el Short Stop, me hizo tres errores seguidos y era un tremendo bateador, se acercó Rodríguez a mí y me dijo:
- Manolo te lo voy a mandar al left fielder. Viene otro bateador y me da de hit entre tercera y short y a Drandige se le va entre las piernas, viene Rodríguez y me dice:
- No Manolo, dame la pelota y yo le contesté:
- ¡No, déjame seguir pitcheando!
- ¡No Manolo, dame la pelota!
Rodríguez me quitó la pelota del guante, se volteó para llamar al relevista y en ese momento le di una patada en las nalgas. Fui a recoger mis cosas para salirme del equipo y el dueño me llamó y me dijo:
- ¿A dónde vas, Manolo a dónde vas?
Y yo le contesté:
- Me voy a salir del equipo:
- No, espera.
Al terminar el juego, llegó junto a mí con el manager e hizo que nos diéramos un abrazo y se acabó todo.
En Tampico también le metí una patada a un umpire.
En la Costa le metí un guantazo a un umpire y el Gobernador me mandó al bote.
-¿Quien ha sido el bateador más fuerte en México?
-De jomrones en una temporada lo tiene mi amigo Jack Pierce 54 en 1986 con León, Nelson Barrera; era muy amigo mío, rompió el record de mas jomrones, que tenía Espino.
Cuando Nelson jugó en la Liga Central, estaba en un Equipo Teocaltitis (no se si estará bien así, no entendí bien la grabación) había pegado en esa temporada 24 home runs y Nelson le dijo a Manolo:
-Cuando se acabe la temporada me voy a mi casa, (él era de Ciudad del Carmen).
-Si te vas es porque eres un maricón cabrón.
- Manolo, si me voy a quedar.
Yo siempre le decía Yuca, la última temporada que estuvo él con el México, yo fui a jugar con él en Jalisco, y él dio un batazo de 400 pies.
Estaba jugando primera base y aquí es el cementerio de los beisbolistas cuando ya están grandes de edad. Al día siguiente fui al juego y le dije mide de la almohadilla a la caja del coach él- me contestó-:
-Si pero no viste el homerun que metí anoche cabrón.
Lo primero que se acaba en el jugador son las piernas y los ponen a jugar en primera base.

Monumento a Héctor Espino
Estadio Monterrey
Héctor Espino era un buen amigo mío y yo le di muchos consejos, a Anuar Canavati que era el dueño de los Sultanes del Monterrey, los Cardenales de San Luis le dieron 30,000 dólares por el contrato de Espino y éste fue a jugar a las Ligas Menores una temporada y Héctor Espino le pedía el 10% de los 30,000 dólares a Canavatti, que eran 3,000 dólares, Canavatti no le quiso dar los 3,000 dólares y formó capricho y Héctor Espino también formó capricho y le dijo:
-Si no me das los 3,000 dólares no regreso a Estados Unidos.
Los dos se encapricharon y no regresó y tuvo que regresar el dinero Anuar Canavati, a los Cardenales mucha gente dice que Héctor Espino no fue a las Ligas Mayores porque no se sentía capaz, por nostalgia, no es cierto, esta es la verdadera historia, Espino debió haber sido un estrella en las Ligas Mayores.

Fernando Valenzuela
Fernando Valenzuela es íntimo amigo mío, yo trabajé con él antes de irse a los Dodgers y después cuando regresó
Cuando era coach de pitcheo para los Leones de Yucatán yo trabajaba con él y cuando regresó yo trabajaba con él como coach con los Charros de Jalisco, llegó un viernes a Guadalajara a las 10 de la noche y preguntó:
-¿Quién es el coach de pitcheo? y le dijeron:
- Manolo Fortes- y él contestó
-¡Ah qué bueno! Dile que mañana lo espero a las 10 de la mañana en el parque
Valenzuela levantaba los ojos mirando al cielo para pitchear
Cada pitcher y cada bateador tienen su estilo propio para hacerlo, si el bateador y el pitcher  tienen su propio estilo y lo están haciendo bien deben seguirlo haciendo y yo le decía a Fernando:
-¿Qué carajo buscas allá arriba?- y él contestaba
-¡Para que me ayude Diosito!
Cuando llegó a Guadalajara, al día siguiente yo le decía:
-¿Qué tiempo tienes que no tiras?
-Pues, me dijo el médico, que me retiraba o descansaba un año y pues me retiré un año.
El hizo estiramientos, corrió, calentó el brazo y fue a la loma de pitcheo yo lo estaba esperando, con catcher y empezó a tirar 90 millas y antes nunca había llegado a 90, cuando hizo el tercer lanzamiento, le dije:
-Mejor vete a correr cabrón, como carajo vas a tirar esa velocidad si tienes un año que no tiras.
-¡Mejor ya voy a tirar despacio!
Fue una gran temporada y regresó a Grandes Ligas, él era muy disciplinado para el trabajo y desde joven le gustaba la cerveza, en Yucatán siendo novato cuando terminaba el juego, él y yo paseábamos con su esposa Linda, y él se tomaba cuando menos 5 cervezas en los vestidores y un día llegaba del brazo de Linda y yo le decía a ella:
-Oye no se que le ves a este gordo cabrón, Fernando contestaba:
-Es que a ella le gustan los gorditos Manolo.
Yo lo felicité porque cuando él se fue a las Ligas Mayores se hizo de dinero y famoso, Fernando me dijo que él no terminó ni la mitad de la primaria, pero se casó con Linda y ella es profesora, Linda ha sido la que le ha manejado en todo, Fernando es millonario en dólares. Yo trabajé con el hijo de Fernando  es  grandote, primera base y pitcher y ya lo firmó San Diego, ahora debe tener como 20 años, tremendo bateador.
Fernando ha sido un hombre de suerte, el primer juego que pitcheó con el Dodgers, lo iba a pitchear otro y media hora antes del juego le habló a Lasorda que no podía pitchear y le dijo a Fernando caliéntate, y sabes lo que le ayudó a Fernando toda la vida, la sangre fría, a él no le importaba quién fuera a batear. Tiró nueve ceros y ya se quedó y el siempre quiso pitchear 9 entradas y todos le echan la culpa a Lasorda de que lo ponía a pitchear 9 entradas, inclusive un día fue Lasorda a sacar a Fernando del montículo y éste no le quería dar la pelota, Lasorda le quitó la pelota del guante, Fernando  fue al dugout se limpió el sudor y  llegó Lasorda y Fernando le dio con la toalla en la cara.
 Fernando explicó después:
-Yo me encabroné porque me quería sacar y yo quería seguir pitcheando.
El tenía el screw ball, nosotros le decimos sinker se lo enseñó a tirar un segunda base creo que era dominicano de Ligas Menores, Fernando me contó eso y le sale muy grande esa curva, y tenía un tremendo control sobre esa pelota, ese jugo de estrellas que ponchó a cinco, fue con esa pelota.
Los equipos con los que jugué, voy a empezar en Cuba con el Almendarez, Marianao y Cienfuegos, con el Habana no jugué. En Estados Unidos jugué dos temporadas con el New York Cubans de las Ligas Negras, estuve un año en Caracas, yo tenía otro contrato para ir a las Ligas Negras y me habla Fray Nano de México, que viniera  y le dije:
-Ya tengo contrato y anticipo de las Ligas Negras, pero háblame mañana lunes.
En la noche agarré el camión y me fui a Guanabacoa, ahí vivía el dueño del equipo y le dije:
-Oye no quiero quedar mal contigo pero aquí tienes los 100 dólares que me diste y no quiero que te enojes, quiero irme a México, y él me contestó:
- Manolo, pero si pasado mañana salimos para Estados Unidos, y le dije:
-Está bien, está bien.
Me habla el lunes a las 12 del día Fray Nano y me dice:
-Consígueme a Pedro Pagés y a Carlos Blanco y mañana que estén contigo en el radio.

Pedro Pagés, jugó con el New York - Cubans
Al día siguiente me habló y me dijo que cuánto quería, yo le dije que 200 dólares libres mensuales, me dio 175 y  le pregunté y ¿Pedro Pagés? Dijo:
-No llegando a México nos arreglamos.
 
Dos de los cinco hermanos Pasquel, exterminadores de las Ligas Mayores, Jorge a la Izquierda hace su béisbol poderoso y ofensivo; Bernardo a la derecha es persuasivo y gente de avanzada.
Llegando al muelle de Veracruz, Jorge Pasquel, nos estaba esperando con un chingo de guaruras y nos dijo:
 -¿Ustedes son los peloteritos que vienen para la Liga Mexicana?
-Si señor, -le contesté-
-¿Tú como te llamas?
- Pedro Pagés, tú te vas para Puebla.
-Y tú cómo te llamas.
-Carlos Blanco.
- tú te vas para Monterrey ¿Y tú eres Manolo Fortes?, te quedas con  el Unión Laguna, está jugando aquí contra mi equipo.
Tenía un súper trabuco, se jugaba tres juegos por semana y tenía 7 pitcheres inicialistas, el que menos tiraba, lo hacia de 90 millas.
En Veracruz había un periódico que se llamaba Dictamen, yo ya le había ganado a Gigantes de New York en Cuba en un juego de exhibición, pues aquí había empezado a pitchear Tomás de la Cruz y catcheaba Fermín Guerra, éste le tiró la pelota a Tomás y le voló la uña y Luque me metió de relevo y les gané 1 a 0. El Dictamen había hecho mucha propaganda, llega el día del juego, no había sacado tres outs y ya me habían hecho 5 carreras, y el público me gritaba:
-¡Hijo de puta con qué le ganaste a los Gigantes!
Al siguiente día al pitcher que estaba tirando por mi equipo, lo agarraron a palos y como yo estaba herido pedí relevar empecé a calentar y me dieron 3 hits en 6 entradas y ganamos y entonces fui a las tribunas, y les grité.
-¡Chinguen a su madre!
Cuando nosotros salimos de Veracruz, todos estaban bien borrachos, menos Bell y yo y en las cumbres de Acutlzingo, les agarró vómito a todos y él de atrás me vomitó a mí, en el camión había una peste tremenda y yo todo vomitado, cuando llegamos a México al Hotel Lafallete y nos dijeron aquí vamos a pasar la noche, yo le dije al Gerente del Equipo, no yo me regreso a Cuba, salí a conseguir un taxi todo vomitado para que me llevara a donde estaba la línea de vapores (barcos) para Cuba, lo compré porque me dijo que el domingo siguiente salía para Cuba, regresé con el boleto y al Gerente de equipo le dije, no yo me regreso a Cuba y batalló mucho el gerente para que no me regresara.
Fuimos a jugar a Monterrey y uno de los fanáticos, desde las tribunas me gritaba:
-¿Usted quién es?-me acerqué y le dije-
- Manolo Fortes y me decían:
- ¡chinga a tu madre!, yo me quería regresar a Cuba, ja, ja, ja, ja, ja
La mentada de madre en Veracruz, la vomitada en el camino y en Monterrey otra mentada, ese fue mi recibimiento en México.
En Cuba veían muchas películas mexicanas y creíamos que en México solamente había indios y aquí en México pensaban que todos los cubanos éramos negros.
Cuando jugamos en Chihuahua una noche nos sentamos en un restaurante Alcibíades Palma  (negro) y yo y unos chamaquitos se daban vuelta y vuelta y por fin lo toco y les dijo a sus amigos:
-¡Hey, no se despinta, no se despinta!, ja, ja, ja, ja
Yo trabajaba con el Leones de Yucatán buscando jugadores, por ahora trabajo como entrenador de pitcher y catcher en mi escuela tenía a Pepe Navarro me lo robó ese cabrón de Calvo, este fue a buscar a los papas de Pepe y firmaron por el ,como a los 3 meses un amigo me dijo en el parque:
- Manolo, ¿Ya viste quien esta ahí?
Como a 20 metros de mí estaba Calvo y le conteste a mi amigo:
-Que chingue a su madre, ja, ja, ja, ja, ja
-¿Cual es la mejor época de un pitcher?
-Mira cuando una vez le gane a Adolfo Luque fue, me felicito y me dijo:
-¿Tu crees que eres pitcher?
-No, pero allá voy.
-Mira Manolo, los pitchers son pitchers cuando van llegando a los 30 años y cuando se cuidan y  son disciplinados la mejor época son de los 25 a los 35 años.
Cuando llegué a esa época me di cuenta que Adolfo tenía razón, él estaba en un equipo sotanero el Cincinnati Reds y ganó 27 juegos en una temporada en Grandes Ligas, me dio muy buenos consejos.
 
Beto Ávila
 Estábamos jugando y tenía yo de manager a Martín Dihigo, por entonces con Puebla jugaba Beto Ávila, llegué a Puebla a pitchearles y Beto Ávila me dio de hit, pasó el tiempo y éste mismo Puebla vino a jugar a Laredo, Beto Ávila llevaba 33 juegos de estar bateando de hit consecutivamente.
Martín Dihigo me llamó y me dijo:
-Vas a lanzar hoy pero no quiero que le pitches a la cabeza tírale correctamente, si lo paras qué bueno y si no que todo sea honrado.
Y efectivamente Beto Ávila ese día no me pegó de hit. En estos últimos años cada vez que me encuentro a Beto me dice:
-Coño Manolo, me paraste pero a la buena.
Así que esos 33 juegos los empezó conmigo en Puebla y yo lo paré en Laredo.
También me acuerdo que Tacho Santaella me enseñó a tirar la pelota ensalivada, es una pelota que viaja a 100 millas y puede ser mortal cuando no se tiene control de ella.
A Juan Suby cuando yo manejaba a Empalme se la enseñé y era un pitcher no muy bueno y cuando llegó al Tigres de Puebla, empezó a ganar 20 juegos por temporada, y siempre dijo:
-Manolo me la enseñó.
Es una pelota muy difícil de controlar, puede subir o puede bajar según se muñequee, esa fue la pelota que mató a Ray Chapman por el año de 1920, en las Major Leagues. Este era el mejor, short stop era Masón y un gran cantante. Se casó con una dama muy rica de Cleveland, Kathleen Daly, su papa creo la East Ohio Gas Company, los dos iban al beisbol.
 
Ray Chapman
Ray Chapman Jugaba con el Cleveland Indians que por entonces tenía un equipo muy competitivo. A mediados de Agosto, en una serie anterior al deceso Yankees había barrido  al  Cleveland en una serie de cuatro juegos, esto parecía mas bien un playoff.
El 16 de Agosto de 1920 se enfrentaban nuevamente Indians contra Yankees en el parque POLO GROUNDS.
 
Carl Mays
 Por el Yankees pitcheaba Carl Mays. en la primera entrada Chapman pego un toque de sacrificio y  entró la primera carrera. En la 5ª hicieron 2 carreras mas, aquí vino a batear Chapman, por tercera ocasión en el juego, era usual que el le pegara al home plate, un habito que no le gustaba a Carl Mays, pero era el estilo de Chapman.
La primera  fue bola, la segunda strike, en la tercera pitcheada sonó un crujido, en el que todo el estadio lo oyó, eran 22000 gentes. La bola rodó hacia, la tercera base, Mays la fildeó como si hubiera sido un toque y tiró a la primera  para hacer el out, se volteo  para ver a Chapman que estaba en el suelo. La bola le había pegado en la cabeza y no en el bat y tan fuerte que se tropezó sobre el catcher Yankee, primero cayó sobre sus rodillas y después al suelo. El umpire llamó al Doctor, ya que sangraba por el oído izquierdo los jugadores de los dos equipos lo rodearon, no pudiendo hacer algo. El doctor pidió una bolsa de hielo, después de unos minutos recobro la conciencia  y trato de hablar, pero no pudo, se sentó y luego se paró se dirigió al dugout, pero se cayo nuevamente y sus compañeros lo llevaron  a los vestidores, mientras esperaban a la ambulancia él trató de hablar, pero no pudo, trataba de decir, el anillo de Katie, que era el de casamiento y que lo daba a guardar mientras jugaba, se lo pusieron en el dedo, y parecía que con los ojos decía gracias. Cuando llegó al St. Lawrence Hospital, se lo llevaron a rayos X, en el camino le dijo a uno de sus compañeros, no llames a Katie, si lo haces dile que estoy bien. Esas fueron sus ultima palabras.
Por rayos X encontraron fractura del hueso temporal que es del grueso de un papel es lo que se llama vulgarmente cien y en la operación encontraron el cerebro extensamente dañado, el seno lateral estaba roto, muchos coágulos, en el lado derecho también había daños considerables. A las 4:40 A. M. del 17 de agosto Chapman murió, los indios se sintieron  desbastados, algunos dijeron que la pitcheada había sido a propósito a la cabeza, otros dijeron que no, todo el mundo estaba furioso, público, jugadores, directivos.
Carl Mays tuvo amenazas de muerte, algunos trataron de agredirlo, vivió sintiéndose culpable.
Durante la depresión económica  perdió todos sus ahorros. Se fue a pitchear a las Ligas Menores, pues en las Mayores tuvo gente que no quería jugar, cuando él pitcheaba.
Posteriormente trabajó para los niños. A la edad de 77 años murió en El Cajón, California, USA, en el Periódico San Diego Unión, salió:  “Carl Mays ‘The Yankee’ quien pitcheo y mató a un bateador en 1920, está muerto”.
El deceso de Ray Chapman es el momento más oscuro de la historia del beisbol, por ahora ya casi se olvidó ese accidente.
 
Mickey Owen con el Veracruz, corriendo en su primer juego en la Liga Mexicana y jugó contra el Monterrey y la altura no le hizo nada, como se suponía
Y las tribunas repletas como siempre sucedía en la “Era Pasqueleana”
 Otra de las jugadas famosas de la pitcheada ensalivada fue en la Serie Mundial de 1941 entre New York Yankees  y Brooklyn Dodgers con los que catcheaba  Mickey Owen que vino a jugar a  Mexico. Yankees estaba con dos juegos ganados y Dodgers 1, así que si ganaba empatarían la serie a 2. Y pitcheaba  Hugh Casey, en la novena entrada con 2 outs y 2 strikes lanzo una ensalivada  y Tommy Henrich la abanico y la pelota se le fue a Owens y Tommy se fue a la primera, el score estaba a favor de los Dodgers 4 a 3, aquí el Yankees hizo 4 carreras y gano 7 a 4.
El Yankees ganó y quedo 3 ganados, el Dodgers 1.
Al día siguiente les ganó el Yankees y con él la serie mundial.
Puebla, Pue., 12 de marzo de 2004