Estimados Hermanos Latinos:
Les ruego poner el zoom para leer el artículo de la revista Béisbol, con fecha 19 de mayo de 1945.
Atentamente
Dr. Jaime Cervantes Pérez
Cel. 045 22 23 88 05 16
222 2 49 15 50
222 2 45 06 11
Por el Dr. Jaime Cervantes Pérez
En 1945 jugar béisbol, ser negro y de Cuba eran personas maravillosas; no obstante también los blancos eran muy admirados.
FOTO 1
Grupo que alegró el guateque en casa de Roberto
festejando el santo de la señora de Tomy de la Cruz –Tomás se revienta una rumba
su esposa le clava la vista, Jiquí Moreno suena el Bongó
y “Bola de Nieve” come en la extrema izquierda
FOTO 2
Invitados y esposas de los jugadores
De pié y al centro de camisa Blanca Roberto Ortiz
(Tres fotografías en esta tercera FOTO)
De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha:
A y B.- Sigue la rumba y Tomás de la Cruz se entusiasma.
C.- Tomás de la Cruz y “Bola de Nieve”
ROBERTO ORTIZ
En el pueblo Minas casi ni se le conoce, pero es el deportista que más alto ha brillado en el deporte cubano y americano que halla nacido ahí. Está en el salón de la Fama de México y fue estrella del béisbol en Cuba, Estados Unidos, Venezuela y México.
Nació el 30 de junio de 1917 en el entonces Central Senado, en la provincia de Camagüey. Su origen y sus 6 Pies 4 pulgadas y 215 libras de peso le valieron el sobrenombre de “El Gigante del Senado” para algunos. Otros le llamaron sencillamente, “El Guajiro”.
Ortiz comenzó con el Almendares, en la temporada 1939-1940, bajo la batuta de Miguel Ángel González. Y más curioso aún, se retiró también con Los Rojos, en la temporada 1955-1956
Comenzó en la pelota profesional de los Estados Unidos con el Charlotte en la Three State League.
Jugó en las Menores con el Chattanooga y el Montreal.
Debutó en las Grandes Ligas con los Senadores de Washington en1941 y con ellos se mantuvo hasta 1944, regresando en 1949.
Dividió la actuación entre los Senadores y los Atléticos de Filadelfia en 1950. Los totales en 6 años fueron: 255 de average en 213 juegos, 659 veces bateadas, 168 hits, 18 dobles, 10 triples, 8 jonrones, 67 carreras anotadas, 78 impulsadas y 4 bases robadas.
En México jugó de 1945 hasta 1948, donde vistió el uniforme de los capitalinos México. Regresó en 1952 con el Nuevo Laredo y en 1955-56 con los Leones de Yucatán.
En México impuso un récord al conectar de hit en 35 partidos consecutivos, obteniendo de paso la corona de los jonroneros cuatro años seguidos (1945-48), así como de “slugging” otras cuatro temporadas seguidas (1945-48).
Fue dos veces líder impulsador (1946, 1948), dos al frente en dobles (1946, 1948).
Su promedio al bate en 7 años fue de .304, el producto de 576 hits en 1895 veces al bate, con 394 carreras anotadas, 418 producidas, 123 tubeyes, 32 tribeyes y 106 jonrones.
Era un hombre sano, noble, de origen humilde, a veces fue traicionado por su temperamento.
En Cuba en una ocasión, el 7 de enero de 1945, cuando lanzaba su hermano Oliverio Ortiz quien discutió fuertemente con el ampaya, vino desde lo profundo de los jardines y dio un derechazo al mentón del árbitro Bernardino Rodríguez, que le propinó un fuera de combate fulminante que le sacara la sinusitis según refiere un colega periodista.
Aquel escándalo de marca mayor lo separó de la Liga Cubana por dos temporadas y se refugió en México, donde también fue ídolo. Se disculpó ante los medios de comunicación y con el propio Bernardino.
TOMÁS DE LA CRUZ
Fue uno de los lanzadores más carismáticos, de más calidad y más conocidos del béisbol invernal.
Uno de los pocos que en Cuba, durante la etapa pagada del juego, lograron tirar un cero hit, cero carrera (frente a los Leones de la Habana, el 4 de enero de 1945).
Aunque su marca personal de ganados y perdidos no balancea completamente su calidad como serpentinero, es bueno indicar que fue el tercer pitcher en total de juegos lanzados antes de 1962 y el séptimo en la lista de juegos ganados de esta misma etapa.
De la Cruz encabezó dos veces el circuito en partidos lanzados (1935-36 y 1939-40), en juegos completos (1934-35 y 1943-44) y fue el líder en vicitorias y entradas lanzadas en 1934-35.
Jugó una temporada (1944) para los Rojos de Cincinnati donde consiguió 9 triunfos, sufrió 9 derrotas y trabajó en 34 desafíos con 3.25 de efectividad
JULIO JIQUÍ MORENO
A pesar de recibir ofertas tentadoras de los Gigantes de Nueva York por conducto de Adolfo Luque, El "Jiquí" prefirió debutar como profesional en México, vistiendo la franela del Veracruz, con record de 14-10 en 1945, convencido por los salarios que pagaban Jorge Pasquel y sus hermanos.
Once años después regresó a México y permaneció allí hasta 1966. Durante sus 12 años en la tierra azteca, dividió su labor con el Veracruz, Yucatán, Nuevo Laredo y Puebla, donde permaneció las ultimas siete temporadas. En su paso por la Liga Mexicana finalizó con marca de 124-99, 3.85 carreras limpias y 883 ponchados.
En 1944-1945 debutó en la liga Cubana con el Marianao hasta 1948 donde pasó a jugar por poco tiempo con el Cienfuegos en 1948-1949. En 1950-1951 se unió a las huestes del Club Habana hasta 1955-1956, pasando posteriormente al Cienfuegos en 1956-1957 con record de 1-3 y 2.95 carreras limpias, después de tres años de ausencia, lanzó con el Habana en el último campeonato celebrado en Cuba 1960-1961 y resultó el líder en carreras limpias permitidas con 2.03, a pesar de perder 5 desafíos y ganar 3.
Participó de 1946 a 1950 con los Havana Cubans de la Liga Internacional de la Florida, donde acumuló marcas de 19-4 (1947), 3-2 (1948), 12-6 (1949) y 16-4 (1950), antes de ascender a los Senadores de Washington en 1950.
Después de finalizar su carrera en las Grandes Ligas, sirvió como lanzador de prácticas de los Tigres de Detroit cuando estos ganaron el gallardete y la Serie Mundial de 1968.
FELIPE MONTEMAYOR
El Dr. Ricardo Vázquez de Lara quien es un profundo conocedor del béisbol me decía:
A fines de 1952 hacíamos un viaje fuera de México los del 6º año de la Escuela de Medicina y esa vez nos tocó ir a Cuba, por entonces se hablaba mucho de Felipe Montemayor, que en ese invierno jugaba con el Cienfuegos y nos fuimos al parque; ese día pegó un homerun doble y sencillo.
Posteriormente en abril de 1953, debutó con El Pirates y yo creí que iba a ser un gran estrella, ¡PERO SE LO ACABARON LAS VIEJAS!
Dr. Cervantes.- Yo he platicado con Felipe Montemayor en el Salón de la Fama de Monterrey y lo veo muy tranquilo, equilibrado, muy agradable no lo he visto decir una mala palabra, ni lo he visto eufórico.
Yo me he pensado, con lo que me platicó el Dr. Vázquez de Lara, que Felipe pertenece a los que se clasifican como de temperamento flemático y que esto ya viene de nacimiento redondeado por la educación de sus padres y más que nada por la educación religiosa y el entorno social en el que se desarrolló.
Branch Rickey lo criticó y dijo: que no tenía la sangre caliente como los jugadores latinos.
Les diré que para tener la mente aguerrida, mucho depende de los genes que uno traiga, el área en la que uno se eduque y debe haber muchos embates, muchos rechazos, muchas peleas de todo tipo, para que la mente se sobreponga a todo eso y se desarrolles instintos dominantes, diestros y ser líderes.
Así he conocido muchos jugadores, con unas habilidades físicas para jugar béisbol fuera de lo común, pero ya a la hora de una pelea, de una barrida, de un encontronazo, de un tirar la pelota a la cabeza del contrario; ellos no son capaces y se clasifican como buenas personas, muy decentes, respetuosos y debe uno entenderlos, así son.
El Dr. Vázquez de Lara me seguía diciendo: En la Habana llegamos a La Bacardí, como a las 10:00 de la mañana y ahí estaban Silvio García y Cocaína García, que nos los presentaron y ya al calor de las copas, Cocaína García me decía:
- Oye Chico, platícales quién era yo en Puebla y yo le contestaba, bateabas de zurdo y cuando entrabas de emergente, dabas siempre de hit encima de la tercera.
IGNACIO VILLA “BOLA DE NIEVE”
Dr. Cervantes.- Por ahí en la foto encontramos datos de un cubano muy famoso llamado Ignacio Villa, apodado “Bola de Nieve”, gran cantante que compartía con los grandes estrellas cubanas del Béisbol de esa época en México.
Yo voy muy frecuentemente a bailar a la Ciudad de México a diferentes salones, sobre todo donde tocan música cubana; los sábados de preferencia y todavía hablan de este cantante “Bola de Nieve”
La siguiente narración fue escrita por Rafael Lam en La Habana, publicado el 9 de junio de 2011.
Ignacio Villa “Bola de Nieve”
Este gran músico hizo su primer viaje a México, fue a Yucatán, e1 19 de enero de 1933, y se mantuvo en ese país hasta mediados de 1944.
En México, su coterránea Rita Montaner lo bautizó como “Bola de Nieve”, y dijo:
- Fue un gran favor que me hizo en mi vida. Desde entonces me tocó tener suerte, En esos días nací al teatro en México.
Era muy reconocido, especialmente por la intelectualidad y el mundo musical mexicano tan sensible al bolero de altura.
El Cardini Internacional, era un restaurante conducido por el gerente Alex Cardini (hijo), estaba ubicado en la calle Morelos número 98 y era uno de los más rutilantes restaurantes de la capital mexicana. Según datos del investigador y periodista Ramón Fajardo Estrada.
En 1965 contrataron a Bola para dos actuaciones diarias, de lunes a sábado.
Lo recibieron Gabriel Ruiz, Tata Nacho, el director de orquesta José Sabre Marroquín y otros intelectuales.
Expresó"a su llegada:
- Vengo a devolverles el nombre que ustedes me han dado.
Le llovían jarras de flores por todos lados, proveniente de los mejores restaurantes capitalinos.
Ramón Flores, dueño de Los Violines de Villafontana, le envió todos los crisantemos de la ciudad:
- Nunca imaginé que me hicieran tal recepción.
Allí estaban también don Pepe de León, del Terraza Casino, y Nick Noyes, que poseía el restaurante hawaiano más bello que se conocía, el Mauna Loa.
En el periódico cubano Revolución, una reseña detalla que ni una sola noche pudo quitar del repertorio la canción de Adolfo Guzmán "No puedo ser feliz". Los anuncios de Cardini por televisión iban acompañados de esta pieza:
- El público con tanta insistencia me la pedía como también otra de mi estreno en este viaje, llamada "Adiós felicidad".
Cuando interpretaba "No puedo ser feliz", el público se ponía de pie en el Cardini Internacional, le tributaba una estremecedora ovación y acto seguido llenaban el aire los Viva Cuba.
Una espectadora emocionada le quitó el reloj de oro a su esposo y, en gesto de profunda admiración, lo colocó en la muñeca del artista.
Muchas anécdotas se pueden contar alusivas al enorme cariño tributado en esa visita del cubano a México.
"No vengo a cantar por dinero -afirmaba Bola- vengo por amor a este pueblo que tanto quiere a Cuba, y cuando uno siente amor por algo siempre lo consigue. Únicamente por amor se tienen las cosas y por amor es que creo conseguir que este público me quiera y me aplauda tanto y me venga a oír".
Diez semanas seguidas se mantuvo en el Cardini, que terminaron el 24 de enero de 1965.
Recibió un homenaje de mariachis, que le regalaron flores en las trajineras y chinampas de los canales de Xochimilco.
Cada mañana, con la disciplina de un principiante, estudiaba un par de horas en el piano de la embajada cubana, donde daba un recital para los funcionarios y también para intelectuales mexicanos invitados.
Además, actuó en el Palacio de Bellas Artes, en los espacios televisivos Revolución Musical, Nescafé y Variedades Gerber Silvia, conducido por la actriz Silvia Pinal, quien le dio la despedida en nombre de los artistas nacionales y de sus amigos, principalmente José Sabre Marroquín.
A su regreso a la Isla, Bola declara:
- Este viaje ha sido un sueño. La expresión más maravillosa de México. Todo México se volcó en mi trabajo así como el público con mayor énfasis que nunca, como si fuera la primera vez que me escucharan. Vengo henchido de mexicanismo.
En agosto de 1968 regresó contratado nuevamente al Cardini Internacional, en cuya cartelera lo identifican como "la voz del alma". La prensa también citó su presencia en el Auditórium Municipal en un acto que el 22 de septiembre se llevó a cabo en la Alameda Central, así como en Guadalajara y Mérida.
En la última conversación con él durante el concierto del 26 de julio de 1971, en el camerino del teatro Amadeo Roldán, mientras esperaba las 12 de la noche, hora en que se iniciaba la velada, me comentó:
- En el Cardini me atendían a cuerpo de rey, me ponían un spot ligh rojo directo al piano. Me colocaban flores y asistía la crema y nata de la ciudad. Eso fue para mí, inolvidable y difícil de superar.
Bola estaba muy contento porque en octubre realizaría una gira de 16 conciertos en Perú, donde le tributarían un homenaje y se encontraría con su amiga Chabuca Granda y dijo:
- Pero antes pasaré por mi querido México -me dijo- estaré algo más de 24 horas en mi querida capital, y allí me encontraré nuevamente con mi amigo del alma, el ingeniero Luis Medina y caminaremos, como siempre por la Zona Rosa.
México es para mí lo más grande, aseguraba. Yo no sé vivir sin México, sin el tequila, sin el chile, sin las tortillas, sin José Sabre Marroquín, sin la Guera, sin Medina, sin lo que amo allá.
Yo no sé vivir sin eso. Hasta la Revista “SIEMPRE” me hace falta... Yo amo a Cuba. Yo soy lo que soy porque soy cubano. Pero cuando en Cuba nadie me conocía, en México me aplaudían y me pagaban por cantar y tocar el piano. Y yo llenaba los lugares. El público mexicano me hizo. Allí me dieron el empujón hacia la cima".
En la madrugada del 2 de octubre de 1971, falleció mientras dormía, en el país que tanto amó:
PUEBLA, PUE. MÉXICO, A 27 DE JUNIO DE 2011