Estimados hermanos latinos:
Últimamente
se ha discutido quién es el mejor jugador que ha dado México, diremos que para
demostrarlo va a la par con lo que ha hecho en USA y aquí es muy difícil
competir, solo los dotados y en medio de una lucha encarnizada demuestran lo
que valen, tenemos muy pocos que destacan, en primer lugar Beto Ávila y en
segundo Fernando Valenzuela, los demás sin tratar de menospreciar o usar
adjetivos bruscos, digamos que jugaron o que taparon hoyos, también aclaro que Adrián
González es americano y así lo ha declarado él.
La
producción de jugadores estrellas de otros países para MLB es abundante, me ha
asombrado la opinión de personas que no le dan ningún valor a los números del
mejor béisbol del mundo, la MLB, que distorsionan las verdades y yo no estoy
peleado con el fanático, con el béisbol o con la realidad, así que cada quien
puede conceptuar lo que quiera y opinar en cualquier forma, perdón no tengo
nada contra Espino soy su admirador, pero Beto Ávila en el 54 conquistó la
corona de bateo de la Liga Americana con un promedio de .341 lo cual fue una
marca, se lo gano a Ted Williams y a Orestes Miñoso, nada más eso. Fue el primer latinoamericano en obtener un
título de bateo en Ligas Mayores. También tiene mucha historia en Cuba y en
México. Espino no jugó en MLB. Honor a quien honor merece, el mejor jugador
mexicano de todos los tiempos es Beto Ávila.
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BABE RUTH,
KNOCKED OUT
Traducción y
compilación por
Dr. Jaime
Cervantes Pérez
Artículo tomado del New York Times.
En
un día soleado del 5 de julio de 1924, en Washington, hace 90 años los Yankees
fueron a jugar en el Griffith Stadium un doble juego contra los Senators. En el
cuarto inning del primer juego y ante 24,000 fanáticos, el jugador Joe Judge
bateó la pelota justamente sobre la línea de right-field inclinándose hacia las tribunas de los bleachers en
territorio de foul.
Babe Ruth inconsciente en el Griffith Stadium en
Washington durante un juego contra los Senators el 5 de julio de 1924. Foto de
la Librería del Congreso.
Babe
Ruth corriendo para agarrar la pelota, chocó contra la pared de concreto y quedó
noqueado e inconsciente. Él ya era un
fenómeno nacional, el mejor pagado de la MLB.
Un
ayudante del Yankees Doc Woods corrió hacia él con un botiquín de los primeros
auxilios y le untó agua de hielo sobre su cara.
Ruth
estuvo así por cerca de cinco minutos de ansiedad. El policía del District of
Columbia (Capitán Doyle) mantuvo a los curiosos y preocupados fuera del área.
Cuando
Babe Ruth finalmente abrió los ojos, el manager del Yankees Miller Huggins
ofreció sacarlo, pero Ruth no lo escuchó, pero esto pasó en 1924. Un jugador que ahora le pasa esto lo llevan
de inmediato al hospital para hacerle pruebas neurológicas. Ruth regresó al juego cojeando. Él se había
lesionado la articulación de la cadera izquierda y así todavía pegó dos hits y
la gente le aplaudía reconociendo su fortaleza al correr sobre las bases. Y aun
así lastimado jugó el segundo juego, viéndose al Babe Ruth robusto en completa vulnerabilidad.
El
fotógrafo le echó un ojo a los fanáticos, donde chocó Ruth y en esta área se
observa la profunda segregación racial, es la sección reservada para
afroamericanos que eran fanáticos leales, sin embargo en esa época ningún
jugador negro era admitido para jugar en la MLB hasta que lo hizo Jackie
Robinson en 1947. El erudito de béisbol
Brad Snyder notó que entre los Afro-Americanos estaba un niño de 16 años
llamado Buck Leonard, que presenciaba su primer juego de MLB.
Leonard
posteriormente sería una estrella de las Ligas Negras y era conocido como el Lou Gehrig Negro.
Este
artículo fue hecho por el historiador Michael Beschloss.
PUEBLA, PUEBLA, MÉXICO, A 18 DE MAYO DE 2014